Hamaca Paraguaya es la opera prima de Paz Encina, una directora paraguaya cuya obra, obsesionada por la memoria y el archivo, también se ha exhibido en museos. Lo que van a ver no es una película histórica corriente, aunque su “acción” se ubica en un día muy concreto del pasado: 14 de junio de 1935. En esa jornada, en medio de un calor que no da respiro (aunque ya es otoño), los dos protagonistas del filme no hacen otra cosa que esperar. Son Cándida y Ramón, una pareja de ancianos. ¿Qué esperan? Que el hijo regrese de la guerra del Chaco, a donde ha ido a pelear, que la lluvia llegue, que el viento sople, que el calor baje, que la perra deje de ladrar. O quizá esperan que algo, surgido de los dos, en este abandono pleno en el que viven reviva un misterio y permita una comunión. Esta película, ganadora de un premio de la Fipresci en Cannes 2006, parece hecha para estos tiempos en que estamos conminados a reinventar la convivencia y el sentido de una palabra perdida: paciencia. “Yo miro nomás hacia atrás”, le dice Ramón a su esposa Cándida, cuando ella lo invita a ver el horizonte desde el que se anuncia la lluvia, el viento, la noche.
Y es que Hamaca Paraguaya, la opera prima de Paz Encina, se asemeja a una anunciación. Conocemos esa palabra por su tradición bíblica: a María, la futura madre de Jesús le es anunciado por un ángel (Gabriel) que tendrá un hijo. Ella, que aún no conoce varón, está sin embargo prometida a José, un humilde carpintero de Nazaret, de quien los evangelios dicen que pertenece al linaje del rey David. Esa humilde familia de Nazaret, humilde y sin embargo atravesada por la Gracia, se replica atravesando capas de tiempo y de memoria en la familia de Hamaca Paraguaya. También aquí estamos ante una madre, un padre y un hijo, y en las relaciones esenciales que se establecen entre ellos. Esta historia prototípica y este drama familiar universal son retomados por Paz Encina a través de una narrativa y unas decisiones estéticas que se sostienen en los contrastes:
Esto quería decir, para empezar, sobre esta película. Antes de que podamos hablar entre todos. El link fue liberado generosamente por su directora como un bálsamo para estos tiempos de incertidumbre y vulnerabilidad colectiva. Podemos corresponderle acercándonos al resto de su obra, uno de los proyectos artísticos más sólidos y autoconscientes del cine –y el arte – latinoamericano reciente. Una obra sostenida en la obsesión por el archivo y la memoria, y empeñada en encontrar soluciones formales y éticas siempre nuevas a estas dos cosas que tanto nos atañen: qué hacemos con nuestra historia, cómo construimos relatos que no le hagan el juego a los poderes de siempre. Descubran más de Paz Encina en: https://vimeo.com/user7170507 |
Martes 24 de Marzo 2020
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